Una tradición conferma que las friselle fueron llevados por Eneas al desembarcar en Porto Badisco: se trata de rosquillas de pan tostado, cortado por la mitad, en sentido transversal, con un hilo, y cocidas una segunda vez en el horno caliente; frisella una vez fue la comida tradicional de nuestros agricultores que la condivano con tomates frescos, rúcula y aceite de oliva virgen extra. Hoy la frisella se ha vuelto en una comida deliciosa y parte integrante de la dieta mediterránea.
Peso | 0.5 kg |
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